Pantalones Thurlow

Hoy aviso de que vengo a Rums con una entrada larga, porque he cosido unos pantalones que se merecen una explicación.

El verano pasado cosí mis primeros pantalones, que fueron un fracaso. Peor todavía salieron los segundos, que ni siquiera enseñé porque la cremallera se quedó atascada y fue imposible volver a abrirla (era reciclada). Pero nada, yo soy muy terca y hace mucho tiempo que quiero aprender a coserme los pantalones porque en realidad es la única prenda que realmente necesitaría a medida. Nunca, jamás de los jamases desde que el cuerpo me hizo bang y las caderas dijeron «ola que ase nosotras venimos a ocupar espasio» pero la cintura decidió que no las acompañaba, me han quedado bien unos pantalones de tienda. Cuando me van bien de cadera, a la cintura le sobran tantos centímetros que si me siento doy el espectáculo.

Y si sé coser, ¿por qué no me los coso yo? Porque todas sabemos que no hay nada más complicado. Una cosa es saber coser, y otra muy distinta modificar el patrón de un pantalón para que se ajuste al cuerpo. Pensé en hacer el patrón yo misma, pero me daba bastante miedo. Y comprar un patrón comercial y liarla otra vez no era opción. Por suerte, para los cuerpos pera existe Sewaholic. Yo de verdad que le haría un monumento a esta mujer (Tasia, ¡vuelve!). Tiene cosas que no van conmigo, pero es sin dudarlo mi diseñadora de básicos preferida. ¿Y qué hizo esta buena canadiense antes de dejar la empresa? ¡Diseñar un patrón de pantalón para las peras!

Se trata de los Thurlow Trousers. Son más bien de vestir, pero yo creo que según la tela y modificando o eliminando los bolsillos traseros, pueden quedar unos pantalones normales. Al menos ese es mi plan… Incorporan tela extra en el centro trasero en caso de que crezcamos a lo ancho y necesitemos modificarlos (¿no es un genio esta mujer?). Llevan dos pinzas traseras, bolsillos interiores con tapetas (porque visualmente no hacen el culo tan gordo), bolsillos delanteros de cadera, cinturilla y la pierna un poco acampanada. Como dice la descripción, son para cuerpos en forma de pera con cintura estrecha, cadera ancha y muslos generosos.

Tasia no hizo ningún coseconmigo, pero la buena de Lladybird sí.

Aquí se aprecia la modificación que hice a las 4 piezas: metí un cm desde el tiro hasta casi la línea de la rodilla.

Oda a los hilos flojos.

Los pantalones más favorecedores del mundo.

Esta vez he hecho de todo: muselina, hilos flojos, hilvanes, pruebas y más pruebas… Aún así, tienen varios defectos, pero no me importa, porque volveré 🙂

Con la prueba en talla 8 vi que necesitaba la 6, aunque luego ha resultado que me queda un pelín estrecha de cadera para arriba. También tuve que modificar el patrón porque me hacía mucha bolsa por detrás y un poco por delante (ampliar foto). Por último, cuando ya lo tenía todo, metí 1.5 cm más de los laterales (0.75 por lado) porque todavía me hacía bolsas. Y aún hay arrugas, pero ya no sé cómo quitarlas.

Una cosa que no me gusta es que veo que se marcan los bolsillos por fuera. Leí lo mismo en algún blog. Supongo que dependerá de la tela. Yo compré por 5 euros en la tienda de mi barrio esta tela para probar, porque no quería gastarme un dineral y que luego saliera un churro. Por cierto, que el patrón pide 2.3 m de tela… compré 1.5, prescindí de trabillas y cinturón, corté la cinturilla a contrahílo (¡¡hereje!!) y lo conseguí.

A esta chica le hacen menos arrugas que a mí. Y esos glúteos son de gimnasio. Claro que ella no ha tenido dos hijas.

Ilustración original aquí.

Por último, ¿alguien me recomienda un libro para modificar pantalones?